martes, 4 de mayo de 2010

El mar nunca descansa

[...]
Mar de la sal de la vida, de sepulcros dispuestos aunque no estén cavados,
rugiente mar que, a capricho, generas tempestades o calmas.
También soy como tú: con uno y muchos rostros,
Participe del flujo y del reflujo, cantor soy de los odios y de la dulce paz
[...]
Walt Whitman. Hojas de hierba.


Hay momentos capaces de sustentar un alma. Una inocente mirada al mar basta para comprender porqué el ser humano lo observa tanto...
... El mar nunca descansa.

El agua se agita con su continuo movimiento, la marea se aleja y luego se torna con las olas, contorsionandose y embistiendo eternamente contra la orilla. El oleaje suena como el pálpito inagotable del corazón, percutiendo sin detenerse jamás. La brisa como un susurro de esperanza.
Nos hemos convertido en adictos al consumo de emociones engullidas, pasamos desapercibidos gran parte de nuestra vida. El dolor simula ser más que un síntoma, una enfermedad. El sufrimiento se ha transformado en algo inusual y seguimos sin reconocerlo.
... Contemplamos atónitos el mar.
Deseamos ser serenos, deseamos ser como él...
... Porque a veces no hay mayor placer que el deseo de querer poder.

XiViRiFlÁuTiC!!!!

matias moreno aroca

matias moreno aroca

El grande