sábado, 23 de mayo de 2009

Inalcanzada.

Con la misma tristeza con la que Neruda escribió su poema de amor número 20, me despido indefinidamente. Como siempre, no prometo volver. Y si lo hago, significará que todo me va mucho mejor que ahora.
Muchas gracias a todos por hacer de este blog gris, algo más significativo de lo que en un principio empezó siendo como una vía de salida de un momento díficil y que poco a poco, se convirtió en rutina hasta hoy.
Lo siento pero estos días me siento distinto. A algunos les pilla por sorpresa, otros sin embargo ya lo sabíais hace unos días, las cosas no me iban muy bien. He pasado de ser el inconformista con todo lo que me rodea a ser inconformista conmigo mismo, un problema algo más grave de lo que algunos creen. El estrés, la falta de inspiración y originalidad... las dudas y el miedo han podido conmigo.
Marcho mar adentro. Aléjome de la orilla desapareciendo entre la bruma... la brújula me marca nuevos horizontes...

''Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: 'La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos'.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Como no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Que importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles,
nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Cuanto antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.''
Pablo Neruda.

Como dice un gran amigo: 'Sin musa, no hay canto'

Se despide, XiViRiFlÁuTic!!

lunes, 18 de mayo de 2009

Lloran las letras...

Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar en seguida el reloj.
La Tregua. Mario Benedetti

Si hace unos días se iba el gran Antonio Vega, ayer fue el turno del gran escritor Mario Orlando Hamlet Ardi Brenno Benedetti Farugia, más bien conocido como Mario Benedetti, quien ha fallecido a los 88 años.
Se va uno de los grandes, quizás el que más me llena, el que más me inspira. Nos deja un arsenal de obras que seguramente serán leídas y releídas por todos y cada uno de aquellos que buscan en la poesía algo más que palabras. Este poema es de mis favoritos 'La Red'. Para quien no conozca la obra de Mario Benedetti, pinchad aqui.

Igual que la de Bécquer
el arpa de la araña
en un ángulo oscuro
espera o desespera
el aire de la siesta
mueve sin destruirla
la seda de cordaje
hay una breve escala
de silencios
por fin
una mosca inocente
o quizá alucinada
sucumbe ante el hechizo
y paga con su vida
el haber profanado
el hermetismo
de la sencillez.
Mario benedetti, te recordare(mos) siempre, porque el tiempo es el peor de los asesinos...

sábado, 16 de mayo de 2009

Amar...

Tras un mes sin actualizar...

Nadie está a salvo de las derrotas. Pero es mejor perder algunso combates en la lucha por nuestros sueños, que ser derrotado sin saber siquiera porqué se está luchando.
A orillas del río piedra. Paulo Coelho.
Aquel despertar arrancó barreras de toda índole. Las nubes parecían huir, y con ellas sus espirales de silencio. El alba arrancó los desperfectos de la noche. Desnudé todo matiz desconocido y broté cual Pasionaria tempranera calcinando de raíz la soledad que me llenaba.
De fondo, acordes de una canción tranquila. A mí llegaste con paciencia y cadencias de guitarra.
En mis manos, ardiendo, el oro que jamás suelda; y con la risa por delante, el amor por estandarte anclé, y de mi esencia escapó el desamor que me vistiera... y todo yo, me hice arena fina.
Amar es sumergirse en la luna, interrogar a la flor de la honestidad y traducir uno a uno sus pétalos. Diseñar corazones en la brisa, interpretar el lenguaje de las nubes y bajo la lluvia, estrenar un beso.
Amar es declinar el sol en espíritu y luna, bañarse desnudo en el azar, dejarse llevar por los sentidos y ser peregrino de un 
sueño.
Amar es suspirar por cualquier cosa, inquirir con ilusión a las estrellas, y palpar un sí en el viento.
Amar es un sueño en la vigilia, pues amar... amar es soñar despierto.
XiViRiFlÁuTiC!!!

Leyenda china. La flor de la honestidad (Anexo)

Se cuenta que allá para el año 250 A.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío. Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. 
Sin poder creerlo le preguntó: "¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura" Y la hija respondió: "No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz" 
Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones. Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: "Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, esposa y futura emperatriz de China" La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: costumbres, amistades, relaciones... 
El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. 
Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado. Aquella bella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe explicó: "Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles" .

XiViRiFlÁuTiC!!!

matias moreno aroca

matias moreno aroca

El grande