miércoles, 29 de octubre de 2008

La verdadera vida

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan
mientras haya esperanzas y recuerdos
¡habrá poesía!
G. A. Bécquer. Fragmento

Existe cierto día en la vida en que la luz se percibe de manera especial. Hace frío, los huesos se resienten, y las nubes dibujan tu cara muda sobre la oscurecida tarde... y el día se entumece como la viuda que se resigna. Los rostros de tristeza me anclan a tu alma. El viento ansía despejar las malas noticias... y sin embargo algo queda. Un resquemor de nostalgia que en esta última tarde de octubre ronda por mi cabeza. Un olor, aun de primavera, enlaza un error con un acierto, un amor con un olvido. El sueño con la desidia...

Silencios...
Envuelto en tu abrigo color verde desesperanza, navegas sin rumbo ni calado, rompiendo las nubes vestidas de escarlata.
Ha llovido tristeza desde las incógnitas del océano: la tierra se humedece al verte pasar... El silencio en estos días es tan denso que apenas deja pasar el ruido que te rodea. Dolor callado sin previo aviso ni interés...
... y mis notas entonadas, mis palabras calladas, mis gestos... silencio amigo, acompáñame esta noche...

Soledad...
Hubo un hombre que cada atardecer escribía al horizonte poemas de un amor que jamás sería verdad, y despues de su velada eufóricamente solitaria, de pie y frente a un espejo, practicaba mil y un 'te quiero' para decirle a esa mujer que jamás llegaría. Las manos vacías tornaban a gris de tanto forzar eventos, de tanto cultivar caricias sin destinatarios. La risa, el espanto. La gota que colma el vaso. La vida, el desengaño... ganancia lícita que deja de obtenerse... Nos hacemos dueños de las indulgencias propias, donde nada de lo obtenido ahora tiene importancia. Y con las horas que se pierden en el tiempo, te das cuenta de que no era nada tuyo... y aun desnudo y sediento, te llevas los abrazos de personas que te odiaron, y la suma indiferencia de aquellos que en su día te aceptaron.

Distancias...
De nada sirven los ojos para mirar los gestos. De nada sirve recorrer espacios cerrados, la distancia tira por tierra todo un lustro de esfuerzos y malentendidos reiterados. Los caminos se pierden y con ellos los besos. La voz se balancea entre lágrimas. Lágrimas de impotencia. Lágrimas de fracaso... de rabia por desconocer el propio llanto... de no haber podido, de no haber conocido una solución indigna para paliar todo sufrimiento sumergido en locura.

Existe cierto día... en que crees que todo termina. Que la mente se te apaga y el corazón queda mudo. Que el alma te falta y el cuerpo se marchita... y sin embargo, la única realidad es que un dia te das realmente cuenta de que no todo termina cuando los ojos se cierran y la vida, pañuelo en mano, se despide de ti...
... Ese cierto día, amigo mío, aprenderás que en la vida siempre existe un momento más, una palabra más, una mirada más... un instante más en que nacemos a una nueva vida... la verdadera vida.

La vida es silencio, la vida es soledad... la vida es distancia.

XiViRiFlÁuTiC!!

domingo, 19 de octubre de 2008

C'est la vie. Confesiones, reflexiones...

Innecesario, viéndome en los espejos
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles,
arranco de mi corazón al capitan del infierno,
establezco cláusulas indefinidamente tristes.
[...]                          

Pablo Neruda. Caballo de los sueños. 

Permíteme decirte, ahora que calla el verano, que me atemorizan estas oscuras madrugadas y, en cierto modo, vacías... constantemente me pregunto el por qué siento tristeza cuando contemplo solitaria la luna que me hace compañía desde el balcón de mis sueños. 
Permíteme decirte cariño, que me he propuesto guardar en mi maleta unos cuantos versos repletos de gratos recuerdos, y silencios... esos silencios que enseñan tanto de lo que viene siendo la famosa 'Universidad del Fracaso'.
He decidido redimir el silencio que acojo en mis brazos mientras, apenas sin pensarlo, me adentro en el camino. La vida está llena de círculos concéntricos. El alma intenta escapar de dentro; huir, con el ánimo de poder retornar a esas viejas siluetas esculpidas en arena fina de playa. La brisa insatisfecha y alguna nube blanca... los deseos incumplidos... las mañanas en tu espalda...
Permíteme decirte que he sido silencio y ruido, experto en miradas, en risas, turista en días de plañidos y como no, mayoral de suspiros.
Por más que me propongo, no consigo estudiar satisfactoriamente y con detenimiento el dolor que producen ciertos amores, unas veces triste, otras placentero...
En muchas ocasiones nos dejamos llevar por malentendidos sin pensar que no son más que falsos motivos para alejarnos de la gente que queremos. En otras ocasiones, y por suerte no es mi caso, permitimos que el orgullo se anteponga a nuestros sentimientos.
Aprender a perdonar y valorar lo que tenemos (dentro y fuera). Perdonar no cambia para nada el pasado, pero sí el futuro. No guardar rencores, ni sentimientos de amargura, pues la mejor relacion no es sino un equilibrio donde el amor entre dos es mayor que la necesidad de ambos por separado.

''Me enervan los que no tienen prisas
y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera.
me cansa tanto tráfico y tanto sin sentido...''

XiViRiFlÁuTiC!!

sábado, 11 de octubre de 2008

Y se durmió hacia lo eterno.

[...]                                             
Los días, poco a poco, van menguando.
Y un indicio de otoño que hay en el aire dice
que es muy fugaz la dicha.
Eloy Sánchez Rosillo. Despedida.

Ha desistido el mar. El cielo se ha nublado. La lluvia cae, sin más. Y tú, como un bobo, te sientes empapado. Las calles, casi solitarias, refrescan su olor a humedad. Las mañanas son más grises, las tardes, primaveras.
La brisa pasa a viento. Viento que azota cada amanecer la ventana, siguiendo senderos ocultos entre tardes de manta y nostalgia.
Te advertí que ya caían las flores del arbol, pero quisiste pensar que aún quedaba tiempo para aromas dulces...
Con el frío volvió la magia. El otoño recolectó su fruto; las sonrisas perdidas entre adiós y olvido que desmiembra en un instante el silencio cómplice sin miradas, sin ruido.
Los rayos de sol, avaro y mezquino, se pierden, rojizos entre las montañas, disimulando trocitos de destino, mientras yo... harto de buen vino, pierdo la mirada en el horizonte, y taciturno me pregunto qué es lo que escondes nube de otoño, que a lo lejos ya te percibo... ocultas mañanas de rocío, lágrimas de alegría que se pierden en un anochecer oscuro y frío, o guardas quizás un misterio mayor, uno hermoso, vivo y profano, que ya dejé de vivir un verano, y que explica porqué al mirar al cielo, me es imposible sentirme así. 
En esta tarde de otoño, todo lo que veo y siento, me hace sonreir... pues no dejo de pensar en tí.


Y se durmió hacia lo eterno. Adoro el frío otoño.

XiViRiFlÁuTiC!!


Noche de ron con cola (extra)

Dedicado al Dr. Menchi.

Camarero,
sírvame otro ron con cola
que esta madrugada no vuelo,
la pienso pasar a solas,
y en el cuello mi pañuelo
y sin anillo el dedo,
solitario y con afán
ansío de poder encontrar
a esa preciosa mujer,
de manos delicadas
apoyada en su pared.

Esta madrugada será
de besos perdidos la más larga,
la noche de labios 
que buscan una boca - la suya-
donde poder posarse y descansar,
en la noche de oscuros deseos
he sido condenado a la soledad
donde cansado de esperar,
ebrio y destrozado
pienso en cada pecado
que podría haber gozado.

...y huyo de la fantasía
deseando el mediodía...

La echo de menos, lo sé
en esta noche de ron con cola
no lo quiero reconocer.
XiViRiFlÁuTiC!!

domingo, 5 de octubre de 2008

Infinito finito

A través de la cerradura vi correr mi vida. Con mi cara de payaso incrédulo dejé en el perchero momentos confundidos con las sombras. Se encendió la luz... sueños... a ellos me aferré cual filo de navaja, aun sabiendo que no recogería más que actos poco prudentes, la brisa de cada mañana en mi espalda y miradas que valen mucho más que un beso.
Y yo continúo aquí, con este sombrero que me cubre casi por completo; viéndote pasar, lentamente, sin prisas, con tus cabellos dorados al viento, y esa sonrisa en tu dulce rostro la que me vuelve loco cada instante que te recuerdo...
... y si pienso que estás sola, ahora soy yo quien sonríe...
Te has asomado por el filo de la puerta al ver pasar mi vida, y no has visto más que esperpento recorrer montañas, esquivando al viento... y volar, -lo intuías-, no era sólo para pájaros, aunque nunca llegaste a pensar que fuera tan complicado, dejar que el viento levitara suavemente tu cuerpo sin alas y convertirlo en brisa lejana.
Debiste probar el olor de la sal y el color de la vida... Debiste advertirte del envés de tus pensamientos y los enigmas que los baten... descalzarte en tus sueños, rechazar la fruta permitida, silbar esa melodía de nuevo, reír al ver el cielo... y yo, cariño mío, sigo aquí con este sombrero observándote con sigilo, pasando mis noches en vilo...
Rezo mirando una foto, la que guardo en mi mente hace ya un tiempo y que coordina a la perfección ahora que te conozco... 
...y vuelvo a sonreír.
Porque el amor -el amor, sí- es un mar infinito donde no habitan más que dudas, y sólamente él es capaz de hacer soportable el inmenso acantilado donde todos esperan su salvación, unos lo consiguen, la mayoría se aglomeran antes de repudiar el mundo...

Tan sólo el amor es capaz de hacer finito el infinito.



XiViRiFlÁuTiC!!!

matias moreno aroca

matias moreno aroca

El grande