Con la misma tristeza con la que Neruda escribió su poema de amor número 20, me despido indefinidamente. Como siempre, no prometo volver. Y si lo hago, significará que todo me va mucho mejor que ahora.
Muchas gracias a todos por hacer de este blog gris, algo más significativo de lo que en un principio empezó siendo como una vía de salida de un momento díficil y que poco a poco, se convirtió en rutina hasta hoy.
Lo siento pero estos días me siento distinto. A algunos les pilla por sorpresa, otros sin embargo ya lo sabíais hace unos días, las cosas no me iban muy bien. He pasado de ser el inconformista con todo lo que me rodea a ser inconformista conmigo mismo, un problema algo más grave de lo que algunos creen. El estrés, la falta de inspiración y originalidad... las dudas y el miedo han podido conmigo.
Marcho mar adentro. Aléjome de la orilla desapareciendo entre la bruma... la brújula me marca nuevos horizontes...
''Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: 'La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos'.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Como no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Que importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles,
nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Cuanto antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.''
Pablo Neruda.
Como dice un gran amigo: 'Sin musa, no hay canto'
Se despide, XiViRiFlÁuTic!!