Nadie se da cuenta
de estos zapatos,
junto a los que corro
y caigo.
Nadie se da cuenta
de estas ropas
junto a las que vela
y llora.
Miguel Hernández.
Caminante a largos pasos, encorvado. Como siempre, iba ensimismado en sus pensamientos. Lo presentí triste... puede que fuera el cielo que, augurando un mal presagio, cubría todo del mismo gris de los días plomizos. Sintió unas terribles ganas de acercarse a ella y abrazarla, pero, de sobra sabía, que desde donde se hallaba, oculto a su austera mirada, viendola pasar, su corazón daría un vuelco.
Y cogió papel y pluma, y se dispuso a continuar donde lo habia dejado... pues para ciertos hombres, nada está escrito si ellos mismos no lo escriben... y yo soy uno de ellos.
Mis disculpas...
XiViRiFlÁuTiC!!
4 comentarios:
Felicidades.... vuelves pisando fuerte, se te ha echado mucho de menos. Queremos más matías que nunca, si cabe.. ;)
Un besazo
Estás vivo!!! :) me alegro mucho de volver a verte por aquí. Me encanta Miguel Hernández, muchas veces se me encuentra por los pasillos del instituto ...: NO, no hay carcel para el hombre!...en fín
Violetcarsons.
Pero que buena noticia... Gente como yo, que vive del otro lado del mundo, nos sentiriamos muy tristes si no hubieses encontrado el camino de vuelta.
Gloria Villaverde.
Siempre es una delicia leerte, tienes pluma de poeta, nada de pedir disculpas.
Un saludo!
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