martes, 4 de mayo de 2010

El mar nunca descansa

[...]
Mar de la sal de la vida, de sepulcros dispuestos aunque no estén cavados,
rugiente mar que, a capricho, generas tempestades o calmas.
También soy como tú: con uno y muchos rostros,
Participe del flujo y del reflujo, cantor soy de los odios y de la dulce paz
[...]
Walt Whitman. Hojas de hierba.


Hay momentos capaces de sustentar un alma. Una inocente mirada al mar basta para comprender porqué el ser humano lo observa tanto...
... El mar nunca descansa.

El agua se agita con su continuo movimiento, la marea se aleja y luego se torna con las olas, contorsionandose y embistiendo eternamente contra la orilla. El oleaje suena como el pálpito inagotable del corazón, percutiendo sin detenerse jamás. La brisa como un susurro de esperanza.
Nos hemos convertido en adictos al consumo de emociones engullidas, pasamos desapercibidos gran parte de nuestra vida. El dolor simula ser más que un síntoma, una enfermedad. El sufrimiento se ha transformado en algo inusual y seguimos sin reconocerlo.
... Contemplamos atónitos el mar.
Deseamos ser serenos, deseamos ser como él...
... Porque a veces no hay mayor placer que el deseo de querer poder.

XiViRiFlÁuTiC!!!!

12 comentarios:

Sariitha Chong x3 dijo...

HOlA! la verdad me gustan bastante tus escritos, tienes gran talento, cruzatte por el mio

Kyora dijo...

Cuánta razón tienes en ese último párrafo. Aquí la playa me pilla lejos, y hasta hoy, no había sentido nostalgia por ello... la playa en invierno... just the perfect scene to blow away a bad day.

Isabel Aroca dijo...

El mar tiene sus propios sentimientos... cuando está agitado ó cuando está calmo...

Isabel Aroca dijo...

Sencillamente espectacular. Enbravecido o sereno... el mar también tiene sentimientos.

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí jejeje
Veo que sigues escribiendo. Es un gusto leer lo que escribes, sigue así.

Saludos

Désirée

Raquel Cascales dijo...

XiViRiFlÁuTiC!!!!

¿Dónde te fuiste?

A. Garcia dijo...

¿Cuántas almas embravecidas han sentido los deseos de viajar junto al mar para encontrar la calma?

¿Cuántas veces, nosotros afortunados, que vivimos junto a él, hemos sentido la impetuosa necesidad de estar un rato paseando a su lado?

Porque el mar es la calma, el que nos da esa serenidad que muchas veces nos abandona...

Un saludo.

Unknown dijo...

¡¡Gracias a todos una vez más!! No tardaré en volver... lo juro...

Violetcarsons dijo...

He vuelto.

¿Y si ya nada valiese realmente la pena?, gritar, pasa a ser alguna desesperación secundaria, bloqueadas tus palabras, se desvanecen. Y los susurros de tiempo son navajazos por la espalda…

Violetcarsons.

Clara dijo...

No sé si leerás esto, es algo antiguo, y quizás no mires este blog nunca jamás, pero me gustó mucho lo que decías y me recordó a un poema de Borges que dice así

Camden, 1982
El olor a café y de los periódicos.
El domingo y s tedio. La mañana
y en la entrevista página esa vana
publicación de versos alegóricos
de un colega feliz. El hombre viejo
está postrado y blanco en su decente
habitación de pobre. Ociosamente
mira su cara en el cansado espejo.
Piensa, ya sin asombro, que esa cara
es él. La distraída mano toca
la turbia barba y la saqueada boca,
No está lejos el fin. Su voz declara:
Casi no soy, pero mis versos ritman
la vida y su esplendor. Yo fui Walt Whitman

Nea dijo...

Me encanta whitman,y me encanta tu blog, me impulso a abrir el mio propio, que ya es seguidor del tuyo.

**_AlwaysCinderella_** dijo...

Después de tanto tiempo me he dado cuenta de que no te seguía, menuda cabeza la mía!!! ;) A ver cuando vuelves, que por aquí se te echa mucho de menos. Mucho ánimo y un abrazo. :D

matias moreno aroca

matias moreno aroca

El grande