jueves, 25 de septiembre de 2008

Castigo.

Pero tú no has venido aquí para charlar, ¿verdad? Ni para hacer preguntas o dedicarme un adiós. Has venido en busca de la absolución. Quieres sentirte liberado de todo lo que has hecho. No, no buscas el perdón, eso puede dártelo una mujer. Lo que buscas es castigo. Crees que el castigo te devolverá tu libertad y por eso has venido aquí, arrastrándote cual miserable. Castigo.
Pero quizás hayas topado con quien debías. Tal vez será porque soy cristiano pero... nunca soporté a nadie que arrastra una cruz...
... Y dime, ¿te sientes liberado ahora? ¿Te he liberado para emprender una nueva vida? Estás en deuda conmigo. Aún así nunca te sentirás un ser libre. Ni aquí ni allá donde vayas hay castigo que te redima de lo que has hecho...
... Nos veremos en el infierno.

XiViRiFlÁuTiC!!

4 comentarios:

Elena Cardenal dijo...

Al leer tu texto recuerdo algunas personas a las que le podría servir...pero espero no encontrarme muchas mas por el camino.

Muy interesante!

Un saludo!

Luchida dijo...

Mmmm qué duro. Hay cosas que ni merecen castigo, sí, totalmente de acuerdo.
Ciao!

Merykoneo dijo...

Esta vez no coindido contigo, cuando eres pequeño y tus padres te castigan porque has hecho algo mal, se supone que es para que escarmientes y no vuelvas a hacerlo.
Muchas veces cumples el castigo, pero no el objetivo de él.
Yo sólo creo en el castigo personal, el que se pone uno a sí mismo, a mí nadie puede castigarme o "arreglarme", tan solo yo...

¿Qué te parece? ¿Qué opinaría Carlos? :)

Un besazo desde Cieza (tu tierra..)

Merykoneo dijo...

Venga, que esta va por tí, sonrisa profident!

matias moreno aroca

matias moreno aroca

El grande