martes, 26 de agosto de 2008

Benedetti no estaba en lo cierto.

A esa amiga sorda tan común a todos,
Mostré mi interés por el pálido color de tus angustias y me hablaste del olor imposible de tus deseos. Me atraganté con cada lágrima que no quise enseñarte para que no fueras tímida cómplice de mis apuros. Sabía de tu dolor. De siempre pude descifrar silencios premeditados y surfear por las olas de tus palabras escritas con claves de deseos. Y me convertí en brisa para no herirte, y en carabela sin tripulación para no naufragar en tu mirada de súplica imposible.
Me convertí en viento para poder rozar tus piernas. Y me afané a todo lo relacionado a ti tras conocer esa respuesta.
- Te estuve buscando incansable por los rincones, allá donde el agua se fusiona con la vida, y la esperanza... la esperanza con la nada.
- Eres mujer difícil – te dije –pero mis aguas aguardan misterios encerrados en una pequeña caja desde hace lustros...
- No me importa demasiado, pues la ilusión me corona de princesa...
Fui totalmente conocedor del imposible equilibrio entre tu paciencia y mi ansia. Tuve miedo de lo que la verdad confiere a los besos almacenados en olvidos, a la pasión, insatisfecha, entre los sueños que convierten al deseo en antojo displacentero, que en creciente luna, cambiante, se impacienta de las imágenes más translucientes jamás fotografiadas: mis ambiciones, tu libertad…
Y me hice bosque lejano, silencioso y tranquilo; fui el huidizo Edmundo Dantés de tu castillo de If, y marea de anocheceres en vela, donde cada minuto de soledad se convertía en un eterno monólogo de viento que entraba por la ventana y movía mi flequillo.
- ¡Maldito Benedetti! Es un ignorante, ¿sabes? desconoce el inconformismo de las mujeres... –afirmé totalmente convencido con el fin de calmar ciertos ardores.
- Te noto muy ausente. Parece que hayas ido a buscar el círculo polar por el mágico reino de las musarañas.
- No, no... Tanquila, simplemente acabo de caer en la cuenta de que Benedetti no estaba en lo cierto pues se confundió mezclando realidades y sueños… una combinación imposible... – dejé caer con disimulo.
Y sin embargo, con asombro me parapeté del círculo polar, antes de que la rabia, aun lejana, acabara por convertirme en lo que nunca quise, un horrible monstruo, o de que los veranos me invadieran por completo de “no-me-olvides” de tonos grises.

(Mario Benedetti, ensayista, escritor y poeta uruguayo de la generacion del 45)

XiViRiFlÁuTiC!!

6 comentarios:

**_AlwaysCinderella_** dijo...

Pobrecita esa amiga sorda, todos tenemos una amiga o amigo así, ya veremos que hacemos con ellos.Si no pueden oir nuestras palabras que sientan el latir de nuestro corazón y sabrán de que estamos hablando...

Ahora ya he descubierto a Benedetti y ha llenado el hueco que faltaba en mi librería, Gracias!!

1 besazo!!!

Sonia Sanz dijo...

¡¡Oh!! Has debido tener mucho tiempo este verano, porque palabras como estas no se escriben a diario. No conozco a Benedetti pero viniendo de ti debe ser una buena recomendación así que me pondré en marcha ya mismo.
¡Un beso^^! ¡¡Muaa!!

**_AlwaysCinderella_** dijo...

De acuerdo, te esperaré en el camino y así no iré sola, iré muy bien acompañada!! ;)

Me encanta como has remodelado el blog. Me parece que sé de quien es la mano de la foto pricipal, "supongo"...

Besos!!!

Anónimo dijo...

A ver, dos cosas...o bueno, tres:
La primera es que el diseño de tu blog nos deja a todos en ridículo de una forma muy seria.
La segunda, que me ha parecido inquietante el tema de que utilices el verbo 'volver', en el último comentario que me hiciste, para referirte a volver a un sitio que no te vio nacer.
La tercera, este post es de los de rompe y rasga, te felicito :)

Salud y cubatas.

Anónimo dijo...

Benedetti es grande... espero que te hay gustado tanto como me gusta a mí... la verdad es que vas por buen camino para llegar hasta donde está él... por lo menos para mí, que ya sabes que lo tengo idealizado!!

Un besito!!

chely!

Unknown dijo...

Señores!! Chely fue quien me presentó a Benedetti!! Gracias Marty!!

matias moreno aroca

matias moreno aroca

El grande