Ahora que el tiempo me lo permite, puedo escribir textos más largos. Reflexionad. Intentad entenderlo. Volveré pronto. Lo prometo. Un abrazo a todos los que me siguen comentando. Cuidaos:
Sí, así es. Considérate alguien más fuerte que yo. No, no me estoy refiriendo a ser más fuerte por dedicar tu valioso e inaprovechado tiempo a perfilar tu inútil masa muscular. Olvida todo lo material, yo hablo emocionalmente. Porque si tenemos en cuenta que a cada ser humano – no persona – sólo le ocurre lo que es capaz de soportar, entonces, tú, eres justo el doble de fuerte que yo. Eres justo el doble de resistente a aquello que llamas vida. Quizás ahora te creas inmortal, te creas invencible. Tú, eres mejor ser humano – no persona – al menos, sí más evolucionado que yo. Aunque viéndolo así pensarás, “si, pero yo soy más resistente a la vida porque también tengo más experiencia por mi avanzada edad.” Pero caes en el error, para ser mejor ser humano… no basta con estar curtido, hay que vivir cada año para poder serlo, y sin caer en la cuenta continuamente pierdes gran cantidad de segundos de oro… entonces tu espabilada mente volverá a pensar, “sí, pero todo el mundo lo hace”, y es entonces cuando estos parámetros se mantienen, por lo tanto aún, tú continúas siendo mejor ser humano y más evolucionado que yo. Deberías asumirlo así… pues tú, malgastas tu tiempo… yo no lo pierdo, lo administro en otras cosas, aunque siempre me salga todo del revés, y aunque tampoco tenga certeza, quizás de los errores aprenda.
Y cuando digo que cualquier tiempo pasado fue mejor… me refería a esto. Una pérdida absoluta de segundos, minutos… zambullida en un infinito océano de emociones a sentir…
Siete años llevo aquí, en pie, esperando paciente mi turno en la eterna lista de espera para conseguir una insignificante parte de la fortuna que otros disfrutan… y cuando llega mi turno, siempre se encuentra agotada. Tristeza, cólera, miedo, rencor, vergüenza, rabia, furia, dolor, ira, miedo, sufrimiento, injusticia, desconsuelo, lamento, violencia, desesperación,
tortura, humillación, intolerancia, discriminación, impotencia… odio. Nada bueno – “¡Hola chaval!, elige lo que quieras” – me dice el iluso y engañado señor funcionario grisáceo de la taquilla de la vida, aspirante a un ascenso que jamás conseguirá. Y además añade – “La emoción es un proceso complejo, desadaptación y readaptación que experimenta el ser humano” – maldito ignorante.
Los seres humanos no somos en absoluto unos objetos desechables. Y esto no deja de ser una forma sana de pensar, ni una forma displacentera de ver la vida. En realidad nunca has perdido nada, sino que has pagado por aprender, inviertes en experiencias, pues sólo de ti depende si conviertes todo el estiércol en abono o lo sigues arrastrando toda tu corta vida a tus hombros, sin embargo, recalco una emoción que destaca sobre las demás, la emoción “comodín”, aquella común para todos. El virus del odio infecta las mentes ignorantes. Es algo inevitable sentir odio… incluso odio de esperar en esa interminable cola de personas, que buscan un mismo fin, y que al final unos pocos consiguen. Y que cada vez se expande a más. Las personas – no seres humanos – están dejando de existir, olvidan cosas que son esenciales para llegar a serlo, para convertirse en persona…
… Si todo lo que hay fuese material… no te puedes quejar. Vives casi plenamente. Comes lo necesario y lo que no, también. Tienes todo lo que quieres, y si aún no lo tienes, esta tarde o mañana, como muy tarde, lo tendrás. No te hace falta nada, incluso puedes permitirte pequeños caprichos… y grandes… un coche, un móvil, un televisor plano de tropecientas pulgadas… ¿total para que? Olvidas la persona que eras. Caes en la ignorancia, olvidando por completo que no todo es dinero. Olvidas que el dinero no es bueno. Que no da la felicidad. Sin embargo, ignorante, puede llevarte hasta la más oscura y profunda tristeza en caso de que falte o te exceda. El dinero no es el camino. Reflexiona… las cosas que realmente necesitas no se compran con papeles de colores vivos. Realmente, ¿tienes lo que necesitas?… Reflexiona…
… Vivir, no es más que darle a todos tus actos un sello único e irrepetible, algo propio, algo que te caracteriza, que marca todas las experiencias como realizadoras de los sueños trazados o por trazar. En
numerosas ocasiones nos desilusionamos de este mundo – yo el primero – que nos lleva abruptamente por sendas ocultas, caminos pedregosos en los que se nos hace imposible caminar. Llegamos a lugares a los que remotamente queríamos llegar, pero por los que, inconscientes, estamos obligados a pasar y cuando esto es así, no queda más que encontrar descanso, una sombra, para nuestra mente, que se rehúsa a creer en una realidad tan indeseablemente cruda… pero, ¿cuando se encuentran limitaciones irracionales para el vuelo de la imaginación?
Para soñar basta con cerrar los ojos sin dormirse, con dejar que el espíritu se eleve a esa realidad que es paralela a todo, sin importar tus sentimientos.
… El mejor camino es siempre el más difícil y largo…
Deja de soñar. Abre los ojos. ¡Siente!
Y cuando digo que cualquier tiempo pasado fue mejor… me refería a esto. Una pérdida absoluta de segundos, minutos… zambullida en un infinito océano de emociones a sentir…
Siete años llevo aquí, en pie, esperando paciente mi turno en la eterna lista de espera para conseguir una insignificante parte de la fortuna que otros disfrutan… y cuando llega mi turno, siempre se encuentra agotada. Tristeza, cólera, miedo, rencor, vergüenza, rabia, furia, dolor, ira, miedo, sufrimiento, injusticia, desconsuelo, lamento, violencia, desesperación,
tortura, humillación, intolerancia, discriminación, impotencia… odio. Nada bueno – “¡Hola chaval!, elige lo que quieras” – me dice el iluso y engañado señor funcionario grisáceo de la taquilla de la vida, aspirante a un ascenso que jamás conseguirá. Y además añade – “La emoción es un proceso complejo, desadaptación y readaptación que experimenta el ser humano” – maldito ignorante.
Los seres humanos no somos en absoluto unos objetos desechables. Y esto no deja de ser una forma sana de pensar, ni una forma displacentera de ver la vida. En realidad nunca has perdido nada, sino que has pagado por aprender, inviertes en experiencias, pues sólo de ti depende si conviertes todo el estiércol en abono o lo sigues arrastrando toda tu corta vida a tus hombros, sin embargo, recalco una emoción que destaca sobre las demás, la emoción “comodín”, aquella común para todos. El virus del odio infecta las mentes ignorantes. Es algo inevitable sentir odio… incluso odio de esperar en esa interminable cola de personas, que buscan un mismo fin, y que al final unos pocos consiguen. Y que cada vez se expande a más. Las personas – no seres humanos – están dejando de existir, olvidan cosas que son esenciales para llegar a serlo, para convertirse en persona…
… Si todo lo que hay fuese material… no te puedes quejar. Vives casi plenamente. Comes lo necesario y lo que no, también. Tienes todo lo que quieres, y si aún no lo tienes, esta tarde o mañana, como muy tarde, lo tendrás. No te hace falta nada, incluso puedes permitirte pequeños caprichos… y grandes… un coche, un móvil, un televisor plano de tropecientas pulgadas… ¿total para que? Olvidas la persona que eras. Caes en la ignorancia, olvidando por completo que no todo es dinero. Olvidas que el dinero no es bueno. Que no da la felicidad. Sin embargo, ignorante, puede llevarte hasta la más oscura y profunda tristeza en caso de que falte o te exceda. El dinero no es el camino. Reflexiona… las cosas que realmente necesitas no se compran con papeles de colores vivos. Realmente, ¿tienes lo que necesitas?… Reflexiona…
… Vivir, no es más que darle a todos tus actos un sello único e irrepetible, algo propio, algo que te caracteriza, que marca todas las experiencias como realizadoras de los sueños trazados o por trazar. En
numerosas ocasiones nos desilusionamos de este mundo – yo el primero – que nos lleva abruptamente por sendas ocultas, caminos pedregosos en los que se nos hace imposible caminar. Llegamos a lugares a los que remotamente queríamos llegar, pero por los que, inconscientes, estamos obligados a pasar y cuando esto es así, no queda más que encontrar descanso, una sombra, para nuestra mente, que se rehúsa a creer en una realidad tan indeseablemente cruda… pero, ¿cuando se encuentran limitaciones irracionales para el vuelo de la imaginación?
Para soñar basta con cerrar los ojos sin dormirse, con dejar que el espíritu se eleve a esa realidad que es paralela a todo, sin importar tus sentimientos.
… El mejor camino es siempre el más difícil y largo…
Deja de soñar. Abre los ojos. ¡Siente!
XiViRiFlÁuTiC!!
2 comentarios:
Lo tuyo lo podría describir en: escritor de primera y sabes muy bien como expresar lo que sientes. ( Y no, no es tu epitafio, XD) Sigue así!! Tú también lo haces genial, aunque creo que ya lo sabes, no?
Gracias por el apoyo y los consejos, esperaré con impaciencia la siguiente actualización.
Tu amigo Menchi me conoce muy bien dile que soy de Mallorca, de las dos que conoce soy al que tiene tuenti y te dará buenas referencias ...XD
Saludos!!!
"Sueña como si fueras a vivir para siempre, y vive como si fueras a morir mañana"
lo importante no es soñar sino luchar por lo que sueñas
nos vemos por estos lares
saludos grandes
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