Mírame. Háblame con la mirada. Tócame. Acaricia mis oídos con palabras claras. Susúrrame. Dime lo que quieras, como quieras, pero mírame. No distraigas tus ojos. Una mirada nunca miente, sólo dice aquello que siente. Deseo tenerte entre mis caricias. Abrazarte en mis noches. Dedicarte sonrisas. Emocionarte con mis palabras. Derrotarte con mi piel. Que jadees conmigo sintiendo escalofríos de placer, perfumando tus madrugadas. Abraza mi aroma. Deseo endulzar la pasión en tus hombros. Empapar tu cara de besos. Susurrar el cielo en tus oídos. Encharcar de mil besos tu ombligo. Lamer tu alma...con suspiros. Mirar. Mirar con ternura tu espalda... Solos, unidos, respirando la pasión, deshaciendo todas las tristezas, siguiendo el sendero de pétalos rojos que me lleva a tu meta inalcanzable. Descifrar cierta satisfacción en tu cara. Quisiera danzar contigo entre mil estrellas y jugar con su luz y teclear música en su brillo. Magnetizaría tu boca para permanecer pegada a ella. Mostrarme tal cual soy. Repleto de anhelos. Saber que estás ahí, presente, inundando mi impaciencia. Náufrago del navío de tus sentimientos que desplega los deseos al viento. No busques en el horizonte esas dos palabras... ya las estampo yo contra tu pecho...”te quiero”… saboreando dulces y serenos silencios.
Xivirifláutic.